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Thursday, November 16, 2006

Recuerdos que vuelven...

No recuerdo bien el momento en que mi hermana entró en el comedor para decirme que aquello que había temido durante todo el verano, finalmente había pasado. Pero si recuerdo que en aquel momento decidí que, a pesar de todo lo que habíamos hablado, yo iba. El viaje fue bien hasta que llegamos al desvío que lleva al pueblo, fue el momento en que mi hermana empezó a llorar. Tú sabes que ella es la fuerte, la que siempre carga con todas las decisiones difíciles de la familia. Por eso, en ese momento decidí que tenía que ser fuerte, no llorar, no hacerla sentir peor… Guardarme para mi lo que sentía. No fue difícil, tu sabes que es mi forma de ser (soy igual que mi madre, como tu decías).
Era de noche cuando entramos por la puerta, igual que este lunes, todo el pueblo estaba en casa. Pase por delante del comedor sin mirar adentro, no quería… Entre en la cocina y me dedique ha intentar a animar a mis padres, a mis tíos… y a mi misma.
Al día siguiente mientras tu hacías el último camino de casa a la Iglesia, yo recorrí todos aquellos lugares a los que iba contigo cuando era pequeña (la casa de las gallinas, el moral, las huertas…), para acabar sentada en tu rincón… Allí era dónde siempre te encontraba cuando llegaba para pasar las vacaciones… Allí me sentaba contigo y me contabas historias, me preguntabas por todo, y donde, el último verano, me hacías prometer día si y día también, que tendría cuidado con el coche...
Tu frase más antológica era la de que quien duerme mucho pierde minutos para disfrutar de la vida… Pero, luego cuando pedía al tío que me despertara para estar contigo mientras horneabas el pan, le gritabas que como llamaba tan pronto a la niña. Luego, por las noches, como la niña siempre quería cenar patatas fritas, te sentabas en tu silla y me pelabas las patatas y las cortábamos juntos. Nunca me reñiste, a pesar que las hice, y tu sabes que algunas gordas…
Me enseñaste a valorar todo lo que hay a mi alrededor, a no ser egoísta, que dar es mucho mejor que recibir…
¿Te dije alguna vez que te quería?… ¿Te he dicho que te hecho mucho de menos abuelo?